Somos fáciles de pitar y fáciles de dar un penalti
en contra en un partido contra nosotros. Ya ni el factor campo juega a
nuestro favor. Nos pitan penaltis injustos, piscinazos varios y no pasa
nada, porque somos el equipo que ostenta el récord y tenemos que hacer
más grande la gesta. No importa si vamos ganando, perdiendo o empatando;
si es la primera parte o final de la segunda, siempre es un buen
momento para pitarnos un penalti en contra. Llámale mala suerte, tirria
arbitral o corrupción de la federación pero a los partidos me remito y
los datos de las estadísticas me avalan.
No creo que sea necesario
afirmar quién es el equipo que más penaltis a favor tiene en su lista,
pero si es una casualidad que esta temporada estemos primeros de un
ránking donde las historia nos da el título de campeones. El Valencia es
el conjunto que más penaltis señalados tiene en sus 85 años de
campeonatos ligueros. Hasta el día de hoy (y con vistas a ser ampliado
sin duda en las últimas jornadas), el Valencia lleva la friolera
cantidad de 6521 penas máximas. Los datos son para flipar, al igual que
los que señalan a Diego Alves como el portero con la mayor cantidad de
jugadas detenidas desde los once metros.
Para la historia quedan
atracos clamorosos producidos a través de la pena máxima y cada jornada
que transcurre la lamentable historia rellena una página más para
detrimento del Valencia. La pasada jornada vimos un nuevo piscinazo,
esta vez a menos del delantero del Celta de Vigo, que no dudó en
lanzarse descaradamente al notar el mínimo contacto en el área. Lo más
fuerte no es que los delanteros se tiren, sino que los colegiados
señalan penas inexistentes y no ocurre nada. Siempre somos los mismos
los que nos las comemos con patatas y no hay nadie que se queje donde es
debido de que hay acciones que claman al cielo.
Y luego no
quieren que nos quejemos, que no hagan cánticos en contra de la
federación, si en lo que se ha convertido esta Liga es en un pulso para
que el Madrid y el Barcelona midan sus fuerzas sin importar cuantas
injusticias se cometan en otros campos. Pero nos siguen robando y no
tenemos lo que hay que tener para poner el grito en el cielo y decir
"basta ya". No hay que irse muy lejos para recordar acciones arbitrales
que nos han costado algo más que puntos. Quién olvida el penalti de Beto
a Alcácer en Sevilla en las semifinales de la Europa League; o el fuera
de juego contra el Sevilla en esa misma competición; o el agarrón a
Zigic en el Calderón; o los fueras de juegos en partidos contra Madrid y
Barça.
No lejos de ser el club que más penaltis le han señalado,
también se coloca en lo alto del ránking de estadios que más goles han
visto en contra desde esa posición (un total de 430), nada más y nada
menos. Para flipar lo de esta liga, con razón para muchos se está
conviertiendo en una liga de pandereta… No quiero terminar sin citar a
un hombre con mucha razón “siempre pitan en contra de determinados equipos y siempre a favor del mismo”
(Jaume Ortí después del gol legal anulado a Adrián Ilie en el Bernabeu
en la temporada 2002 por parte del árbitro Alexis Pérez Pérez).